martes, 29 de junio de 2010

Límite a licor bajará violencia, dice Jalkh

Viernes 18 de junio del 2010


La prohibición para vender bebidas alcohólicas en horas de la noche, que el Gobierno Nacional dispuso el martes pasado y que rige desde hoy, ha causado rechazo en varios sectores.

Sin embargo, el ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, justificó ayer la medida, porque dijo que reducirá los casos de violencia familiar producidos por el consumo de alcohol. El funcionario aseguró que el 10% de los homicidios a nivel nacional son provocados por personas en estado etílico.

Además, recordó que su consumo es una de las tres primeras causas de los accidentes de tránsito en el país.

Con él coincide el director ejecutivo de la Comisión de Tránsito del Guayas, Jaime Velázquez, quien aseguró que será una de las medidas que más beneficiará a la ciudadanía.

“No puede ser que en estos lugares donde llegan conductores por gasolina se den estos mensajes subliminales de venta de licor”, reclamó Velázquez.

Jalkh refirió que la prohibición se respalda en las estadísticas de la Policía Nacional, según las denuncias que se realizan en las oficinas de la Policía Judicial de todo el país.

El funcionario cree que Ecuador es uno de los pocos países en el mundo donde se permite la venta libre de alcohol, sin control alguno.

Sin embargo, el criminólogo Edmundo Bodero y el ex vicario general de la Arquidiócesis de Guayaquil, Rómulo Aguilar, aseguraron que la medida no es la adecuada para combatir la ola de homicidios y casos de sicariato en el país.

“La medida lo que va a provocar es que haya más deseo de beber” y aumentarán los lugares clandestinos para venta de licores, alertó Bodero.

El especialista reconoce que “podría ser que disminuyan los homicidios que no son por sicariato y tal vez los accidentes de tránsito”, añadió.

Refiriéndose a la proliferación de crímenes bajo la modalidad de sicariato, insistió en que la mayoría de “las muertes no se producen en tabernas o grandes libaciones sino por una serie de otros factores”.

Bodero explicó que “el sicario es un asesino profesional y frío que no se estimula con el alcohol y las drogas porque necesita tener los cinco sentidos para ejecutar su crimen y escapar”.

Aguilar manifestó que “mientras no haya una reforma del ser humano y en el Estado no se den políticas de respeto, las demás cosas no tienen sentido”.

Mientras, José Luis Silva, asesor de una docena de discotecas de Urdesa, Aventura Plaza y Zona Rosa, dijo que está de acuerdo con el combate a la delincuencia, pero eso “no tiene nada que ver con el horario de las discotecas”, aclaró.

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